Los Fondos de Pensiones debieran ser utilizados para dar inicio a un amplio programa destinado a resolver la carencia sanitaria existente en el país, la que se encuentra en un franco proceso de estancamiento.
Construir hospitales, farmacias populares, funerarias, adquirir equipos modernos para tratamientos de enfermedades especializadas, ampliar la calidad de salud de los no pudientes, garantizar una cobertura total en medicamentos a pacientes de escasos recursos, podrían ser parte de los objetivos a tomar en cuenta por la SIPEN.
La jugosa suma de recursos que retiene esa cartera es apetitosa. Existen muchos proyectos en carpetas tanto del sector público como privado contando con estos fondos, mientras los ciudadanos que los han aportado no reciben un adecuado servicio de salubridad que les permita escaparse de la muerte en caso de que esta los venga a buscar par un viajecito al mas allá.
Joaquín Gerónimo es considerado un gran gerente y hombre de confianza del presidente Fernández, hasta ahora sus gestiones en desempeño administrativo no lo han puesto en la comidilla pública. Su corta estadía en el BNV ha servido para sacar este Banco del desastre financiero en que lo tenía su anterior incumbente, Leonardo Matos Berrido.
Ahora bien, a este ministro se le señala como uno de los principales sustentadores y proponentes del mega proyecto habitacional conocido como la “Ciudad Deportiva Juan Marichal”, la que se ha de construir en los terrenos del Estadio Quisqueya y con una inversión bisectorial, es decir, pública y privada.
Desde el momento en que se dio a conocer el traslado y nombramiento de éste funcionario, las criticas y los elogios no se hicieron esperar, unos creen que Gerónimo hará un gran trabajo desde la SIPEN, mientras otros entienden que Fernández lo envía allí para garantizar la ejecución y desarrollo del proyecto habitacional antes mencionado. Se sabe que la anterior directora, Persia Álvarez, se había negado a tales propósitos.
De ser así, y ojalá no lo sea, el gobierno central y por consiguiente el ministro que cumpliría este mandato, estarían trillando por un tortuoso camino al cual podrían llegar con los pies quemados y llenos de llagas, porque este podría ser su empedrado camino del infierno, esperemos que esta designación no se convierta en el Waterloo de nuestro amigo Joaquín Gerónimo.
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