El cónsul general en Haití, Carlos Castillo, partió esta mañana con el primer convoy de ayuda humanitaria dirigido a la vecina nación. Luego se unirían a esta avanzada decenas de organizaciones públicas y privadas que llevaran medicamentos, comidas, ropas, agua y demás, dentro de las cuales se encuentran el COE y la Cruz Roja Dominicana.
En Haití colapsaron, por el fuerte terremoto, el Palacio Nacional, la sede del Parlamento, y de la ONU, la Catedral Haitiana, el Palacio de Justicia, la Escuela Nacional Superior y decenas de edificios nuevos recién construidos en el centro de la capital Haitiana.
Aun por el momento las incursiones hacia el vecino país son limitadas producto de las restricciones habituales luego de este tipo de fenómenos, pero la FAD, la Marina de Guerra, la Secretaría de Educación, tienen establecidos desde ya un puente aéreo de emergencia desde el Aeropuerto de Higüero hasta Haití.
En el centro médico CEDIMAT, de la Plaza de la Salud, se están asistiendo a miembros de la ONU (ministrad) establecidos desde hace tiempo en la vecina nación haitiana, luego de que se derrumbara el edificio que los aloja en Puerto Príncipe.
Los dominicanos, sí que somos solidarios con los haitianos. Esa es una verdad insoslayable y que esta siempre a la vista de todo el mundo, pero cabe resaltar que, aunque compartimos la misma isla, Haití y República Dominicana son dos naciones diferentes, con leyes, políticas, culturas y sus propias identidades.
Es preciso que ambas naciones mantengan sus relaciones diplomáticas, políticas y económicas acogidas a los principios universales de los derechos humanos. Convivir en base a la coexistencia pacífica, la solidaridad y el respeto mutuo al pie de la igualdad.
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