Las estadísticas indican que anualmente a nuestro país lo visitan aproximadamente cinco millones de turistas. Según ASONAHORES los hoteles consumieron en el 2009 16,2 mil millones de pesos en productos agrícolas y agroindustriales locales, 366,8 millones de libras de productos agrícolas y alimentos agroindustriales por un valor de 11,9 mil millones de pesos.
Tales cifras nos dicen que dada nuestras condiciones de isla, con bellas playas, sol tropical, montañas, ríos y balnearios, lugares históricos, con una ecología impresionante y demás características caribeñas, los dominicanos debemos tomar el turismo como la punta de lanza principal para lograr el real desarrollo que requiere el país.
La JAD y ASONAHORES plantean que en el sector hotelero hubo un significativo aumento en las ventas (exportación interna) de frutas, víveres, pescados y mariscos, vegetales, carnes, lácteos, alimentos enlatados, embutidos y otras especies. Cada vez que aumenta el flujo de turistas que nos visitan, vendemos en dólares, lo que significa que estamos exportando internamente.
Si crece el turismo crece el país, porque se aumentan las recaudaciones del estado, se crean mas oportunidades de empleos, se fortalece la agropecuaria, la industria se desarrolla y se amplían las micro, pequeñas y medianas empresas.
Estas razones de gran impacto en la actividad hotelera y turística son las que impulsan el desarrollo sostenido de nuestra economía, de la agropecuaria y la agroindustria, creando así una asociación (cluster) de diversas actividades comerciales conectadas entre si que colocan el país en los niveles mas altos de su desarrollo productivo.
El Ministerio de Turismo y la Cancillería deben firmar acuerdos interinstitucionales fuertes para garantizar que nuestros embajadores y cónsules, así como los enviados especiales al servicio exterior realicen sus verdaderas funciones en la captación de los mercados e inversiones que requerimos para tales fines y que sea extirpado de raíz el criterio fáctico existente de que las funciones consulares se toman para descansos bien pagados a personas a las que el estado le debe algún favor.
Un elemento importante a tomar en consideración por el estado dominicano lo constituye la rama de “la artesanía”, la que desde hace varios años ha sido olvidada por los sucesivos gobiernos sin, importarles que en la actualidad lo que vendemos a los turistas como recuerdo (artesanía) local son importaciones que hacemos desde Haití, Colombia y China.
Junto a los pasos estratégicos de promoción y desarrollo del turismo, el estado debe revisar el tan discutido tema del “turismo de paquete” o “todo incluido”. A una gran cantidad de visitantes extranjeros les gusta salir y ver el país por dentro y conocer con ciertas libertades todas sus variables naturales, históricas, sociales y hasta políticas, por lo tanto habría que ver si resulta más conveniente encerrarlos en el hotel con todo incluido o promover un turismo de libertad.
El turismo es nuestra fuente inagotable de riquezas y por lo tanto debemos democratizarlo en los niveles mas alto, nuestro pueblo es afable y servicial por demás, es cuestión de saber aprovechar los recursos que poseemos como país, nosotros tenemos condiciones propias que muchos países quisieran tener, hagamos del turismo nuestra gran riqueza natural.
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