El Partido de la Liberación Dominicana (PLD) y su Comité Político se han reservado varias candidaturas en demarcaciones donde, luego de sondeos y encuestas, la cúpula peledeista ha llamado y aconsejado a determinados precandidatos, con porcentajes muy bajos, para que no pierdan tiempo y dinero sin posibilidad alguna de triunfar.
Resalta entonces, que las relaciones entre los dos principales líderes del Partido morado de Juan Bosch, Leonel Fernández y Danilo Medina, están en un momento interesante de unidad. Las decisiones se han tomado a partir de acuerdos serenos y sospesados. No ha primado entre ellos el deseo o la sinrazón de querer imponer "mi" candidato, "el mío" por encima del "tuyo". Lo que ha importado es con quién el PLD conserva o gana la plaza, no si es leonelista o danilista. Razón por la cual se espera que a partir de enero ambos salgan a las calles con las pilas puestas a respaldar a todos sus candidatos y candidatas a nivel nacional.
Salvo las naturales excepciones, el PLD tiene resuelto el desafío de escoger bien sus candidatos -capaces de buen desempeño electoral- y se espera que luego de pasadas las primarias de su organización, esto permita una recomposición sin traumas ni laceraciones entre los distintos actores que han protagonizado esta justa interna de aspiraciones legitimas por cargos electivos.
En el caso del PRD la situación es totalmente distinta. Su presidente habría impuesto medidas arbitrarias y medalaganarias para favorecer a los suyos. Las reservaciones se han hecho sin tomar en cuenta liderazgos y las oportunidades del partido de ganar o dar la batalla.
Mientras en el PLD se reservan plazas controladas por su partido y que sus representantes se encuentran muy altos en las encuestas, en el PRD por el contrario, se hacen reservaciones de plaza que ellos no tienen bajo su dominio y que por el solo hecho de los contendientes ser parte del equipo político de Miguel Vargas Maldonado les han reservado las candidaturas.
En la mayoría de los casos donde Miguel Vargas le reservó las candidaturas a sus acólitos y cachanchanes hay serios problemas con los seguidores de Hipólito Mejía y Luis Abinader. Hay creciente descontento. Peligroso para la presidencia partidaria y la candidatura presidencial de 2012 de Miguel Vargas.
Lo que si se ve claro es que el PLD y sus aliados, por estas y muchas más razones, se encaminan a aumentar su matrícula de representantes congresuales y municipales a por lo menos 25 provincias, es decir, alcanzar 3 provincias más de las que poseen en la actualidad. Todo esto envía una clara señal de lo que podría ocurrir en el 2012 cuando se enfrenten Miguel Vargas Maldonado y Danilo Medina.
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