En el PLD, están en las calles Leonel Fernández y Danilo Medina. Miguel Vargas se disputa los escenarios por el control del PRD con Hipólito Mejía y Luis Abinader y en cuanto al ya minoritario PRSC, se debaten las tablas del escenario el canciller Carlos Morales Troncoso y Humberto Salazar. Este último está recorriendo campos y ciudades creando las condiciones para jubilar al primero de la presidencia del partido del gallo colorao.
En fuentes bien enteradas se dice que los seguidores de Danilo Medina están a la espera del 17 de mayo para arrancar con su gran maquinaria política para la conquista de la candidatura presidencial por el PLD. Danilo está en las calles del medio dando apoyo a todos los candidatos de su partido y se nota la gran aceptación que concita su legendaria figura entre los militantes morados.
Leonel Fernández anda suelto rugiendo como el rey león aportándo su gran liderazgo a los candidatos y candidatas de su partido. En los recorridos del presidente del PLD y de la República se ha notado un ruido impertinente de funcionarios que anuncian que Leonel sigue corrido y sin parar. Obviamente, el propio presidente sabe que estos funcionarios lo que buscan es su propia reelección en los cargos que ocupan y lo quieren tomar de zoquete.
Con los movimientos sísmicos ocurridos a lo interno del PRD, se ven los grandes rescatistas de esa organización política salvando a sus seguidores para ubicarlos en lugares seguros para después del 17 de mayo declarar una total reconstrucción política que traiga como consecuencia un partido que pueda competir con el gran PLD. Ahí tenemos a Miguel Vargas, Hipólito Mejía y Luis Abinader jugando roles protagónicos.
Tanto Hipólito como Abinader han dicho que después del 17 de mayo a su partido le espera una gran reestructuración orgánica, algo como remenear la mata para que goteen los frutos podridos. Eligio Jáquez anunció que saldrá con su proyecto presidencial en los próximos días y Fello Suberví se definió al lado del ex presidente Mejía. Mientras Miguel dice que él sigue y sigue narigoneando el buey blanco.
En los predios del reformista, en lo que queda como estructura institucional, se ve a un Carlos Morales Troncoso subido en el palo del poder y como figura etérea flotando superficialmente sobre ese minoritario partido que como rémora está pegado de la figura del presidente Fernández, pero sobre todo, enquistado del hombre que firma los decretos presidenciales.
Humberto Salazar aspira a presidir esa parcela política y para eso se las ha ingeniado defendiendo a los maltratados reformistas que no han sido apoyados por Morales Troncoso. Para esto ha dicho, entonando con los demás, que después del 17 su partido reformistas esta abocado a profundos cambios en su organismo de dirección política, además de expresar que acudirán solos y con candidatos propios a las elecciones del 2012.
Por lo que podemos apreciar, y para muestra todos estos botones, la justa por la nominación presidencial de los tres partidos del actual sistema representativo arranca exactamente el 17 de mayo próximo y que nadie se lleve a engaños.
Fruto de las convulsiones, por el control y dominio, que se escenifican en las distintas estructuras partidarias en los actuales momentos, parece ser que los más gananciosos serán los que puedan lograr un rápido y dinámico proceso de unidad interna que les permita luchar frente al enemigo externo con armonía y coordinación de estrategias a lo interno de sus respectivas organizaciones.
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