Mejía declaró que su partido podrá hacer un papel importante en cuanto a la parte municipal, donde señaló que podrán obtener varios síndicos y regidores. Dejando entrever con esto que los votos en su partido estarán divididos y que él solo apoyará, palabras reiteradas, a los candidatos que son fieles a sus lineamientos a lo interno del PRD.
El guapo de Gurabo, como le llamaban sus amigos en otros tiempos, ha sido un crítico certero contra la línea excluyente de Vargas Maldonado, a quien ha denunciado como un destructor del partido blanco y le ha dicho en varias ocasiones que después de las elecciones de mayo él le va a demostrar a Miguel que no es el dueño del PRD.
Si tomamos las palabras del ingeniero Hipólito Mejía podemos concluir que Miguel Vargas se ha encontrado un hueso muy duro de roer al enfrentar al ex presidente santiaguero, que no ha sido lo suficientemente táctico para conducirse ante éste y sus seguidores, olvidando incluso, Vargas, que fue ministro de Obras Publicas en el gobierno de Hipólito.
Anteriormente el ex presidente había dicho que él solo apoyaría a los candidatos de su partido que lo recibieran con gusto y simpatía, es decir los que le siguen a lo interno del PRD, entonces, como Vargas Maldonado se reservó casi todas las candidaturas senatoriales para su equipo, Hipólito se está concentrando en fortalecer los candidatos a cargos municipales que en gran medidas son de su corriente.
Lo mismo pasa en el Distrito Nacional, los de Hipólito solo apoyaran a Milagros Ortiz Bosch, pero no llamarán a votar por Alfredo Pacheco. Eso así, y repetido en toda la geografía nacional presenta un panorama difícil para la alta dirección perredeista. Las barbas están ardiendo en el PRD, o mejor dicho, la casa se está quemando y ya no está el extinto Peña Gómez para sofocar el fuego de la división interna.
Todo lo que acontece en el partido del jacho es por culpa de las malas artes de un político que como agente inmobiliario llego a comprar la casa con todos los inquilinos dentro y sin ponerse de acuerdo con ellos ni reconocerles sus derechos, ahora los quiere echar a la calle sin mas para allá ni mas para acá.
En política no se actúa igual que en Bienes Raíces o el sector inmobiliario. La política es un arte, una ciencia y si se quiere hasta un método de vida, Miguel Vargas Maldonado no ha podido asimilar la diferencia abismal que existe entre la política como ciencia y los negocios como forma de ganar dinero. Ya veremos después del 16 de mayo cuales serán las lecciones que tendrá que aprender este gran empresario inmerso en el quehacer de la política.
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