En República Dominicana, como en otras naciones de América Latina, el rol de la mujer en la transformación organizacional de los cuerpos policiales y en la construcción de la seguridad ciudadana es preponderante, pues más de 4,300 mujeres, casi todas profesionales, han escalado posiciones y rangos, desde generalas hasta rasos, y ofrecen servicios en todos los departamentos de la Policía Nacional.
El gran equipo de mujeres policías, diseminadas en todo el país, desempeñan distintas funciones administrativas, de mando, liderazgo y género, pero también intervienen en la investigación criminal y han enfrentado todos los desafíos respecto al rol de la mujer en las instituciones públicas.
Una de ellas es la generala Juana Campusano Jiménez, encargada de la Oficina de Género y jefa de las Relaciones Internacionales del cuerpo del orden en el país, quien ha desempeñado un papel estelar en la defensa y promoción de la mujer policía. “Nosotras hemos recibido todo el apoyo de los mandos policiales, los hombres reconocen nuestra labor, nuestra entrega y nuestro sacrificio, y también nuestra capacidad para desempeñar exitosamente todos los roles que se nos han asignado”, dice la generala Campusano Jiménez, destacando que casi todas las oficiales de la Policía tienen una profesión universitaria, sea en el área policial o en carreras civiles.
Para la teniente coronela Antonia Inés de la Cruz Pereyra, la primera mujer comandante del cuerpo femenino del Departamento Antimotines (Departamento Duarte), con más de 80 mujeres a su cargo que trabajan continuamente en labores preventivas y disuasión de conflictos, el escalar posiciones y merecer los rangos no ha sido fácil, pero tampoco ha sido posible que lo nieguen, porque todos reconocen el empeño y la responsabilidad de las mujeres dentro de la Policía. “Desempeñamos cualquier función de la misma manera que los hombres”, precisó.
En el servicio de la Autoridad Metropolitana del Transporte (Amet) se destaca la mayor Anabel Corniell, licenciada en Informática y supervisora del servicio del tránsito en el polígono que comprende la avenida Luperón hasta la Ortega y Gasset y desde la 27 de Febrero hasta la Kennedy, prácticamente todo el áera central de la ciudad. “El trabajo no es fácil, sobre todo para las mujeres que estando en la calle tenemos otras necesidades que los hombres, pero hemos logrado el éxito”. Destacó que las mujeres de Amet, unas 350 en total, han logrado imponer su autoridad y hacer que todos respeten la ley cuando ellas lo ordenan.
Mantenerse en la Policía por casi 26 años y escalar posiciones diversas no ha sido fácil para la capitana Indhira Zapata, ahora encargada de Protocolo de la Policía Turística (Politur). “Hemos desempeñado distintas funciones, y nuestra entrega y sacrificio en el cumplimiento del deber ha sido reconocido por todos. Gracias a Dios que cada año ingresan más mujeres a la Policía y ya somos el 13.4% de todo el personal, pero nuestra meta es llegar a ser el 25%, como lo permite nuestra ley interna”, dijo la capitana Zapata.
Para la primer teniente Caris Contreras, quizás el trabajo no ha sido tan difícil, sino diferente, pues todo el tiempo que tiene en la Policía (13 años) ha servido en la Policía Escolar, y allí no hay tanto riesgo como para quienes están en las calles, pero asegura que esta función tiene sus bemoles.
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MUJERES EN COMANDOS ESPECIALES: SWAT
La sargento Ana Camarena González es un ejemplo dentro del Comando de Operaciones Especiales, conocido como Swat. Su vigor, destrezas y aptitudes para las artes policiales, le han servido para que fuera designada como miembro del equipo de la seguridad personal del jefe de la Policía Nacional, mayor general José A. Polanco Gómez.
“En la seguridad del jefe policial cumplo fielmente las órdenes y el papel que me asigna mi jefe inmediato, creo que lo hago igual que cualquiera de mis compañeros”, dice la sargento Camarena, quien tiene seis años en el servicio y ha pasado por un largo y duro entrenamiento.
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