Con una visión diferente de lo que es el arte, la catedrática de la Universidad del Caribe Wendy Queliz ideó la pieza de cine y teatro “Banderas en Alto: Haití 3 años de promesas”, la cual pretende recrear a nivel dramático la retrospectiva de Haití en cuanto al terremoto ocurrido en el 2010.
La creativa indicó que desde hace dos años se ha ido gestando esta obra con una propuesta de danza, cine, música en vivo, bailarines en escena, actores y cantantes.
También expresó que “Haití como nación se ha ido reconstruyendo” y por eso el nombre de la obra: “Banderas en alto” y que “el arte no es solo diversión, es un ente de visión, educación, crítica social y tiene que usarlo para que tenga una nueva mirada diferente del mundo”.
La obra será presentada los días 8, 9 y 10 de marzo en la sala Máximo Avilés Blonda del Palacio de Bellas Artes, a las 8:00 de la noche.
Imágenes reales y fotografías del terremoto de Haití del 2010 se expondrán en la pieza de teatral.
En tres idiomas
La obra está escrita en tres idiomas: francés, creole y español, bajo la dirección general de Wendy Queliz. La producción es de Jean Michael Lendeborg, coreografía de Maricarmen Rodríguez, diseño de Senia Rodríguez, y vestuario de Damaris Martínez. Para la realización de la obra se hizo un casting para la selección del equipo teatral con artistas haitianos y dominicanos, el cual seleccionó a dos de las actrices principales: Rosaly Rubio (dominicana) y Marie Michele Bazile (haitiana). Esta última es una de las primeras en hacer cine y televisión en Haití. Ambas son cantantes.
“Es primera vez que se unen en escena haitianos y dominicanos”, afirmó la pedagoga.
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PATROCINIO A LA OBRA
Varias empresas le cerraron las puertas al momento de buscar patrocinio, la directora de la obra, Wendy Queliz, señaló que encontraron personas y empresas solidarias que le dieron una mano. Entre ellas mencionó la Licorera San Ramón, Impacto Urbano y el Colegio Loyola, que ha sido la base de ese proyecto, y los Ignacianos con Haití, a los cuales van dirigidos los fondos que se recauden para ayudar a los haitianos.
Esta obra sirve como un análisis social del mundo “y de nosotros mismos como entes en un mundo real, pero al mismo tiempo efímero, dominados por circunstancias ajenas a nuestras manos creadoras”, destacó Queliz en sus declaraciones.
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