El circulo virtuoso de Danilo

Por Jesús Belén 

Cuando hablamos del efecto dominó, reacción en cadena y circulo virtuoso de alguna actividad socio-política o del comportamiento conductual de individuos o grupos sociales, queremos expresar que se produce una secuencia de reacciones que son el efecto o resultado de acciones anteriores. 

El presidente Danilo medina, desde hace más de una década, viene hablándole al país de la creación de un circulo virtuoso del desarrollo económico y social, que siente las bases para la integración de diversos sectores al aparatos productivo nacional. 

 

Se trata de convertir así en fuerzas productivas a importantes sectores que hasta el momento han sido marginados y excluidos por una sociedad injusta que a veces hasta los lleva a la condición de invisibles sociales. El Jefe de Estado está provocando que estos actores olvidados sean las fuentes inagotables que generen las riquezas necesarias para que aumente la  capacidad de compra y consumo de todos los dominicanos. 

   

El Circulo Virtuoso de Producción  que plantea Danilo,  implica múltiples cosas simultáneamente planeadas.  Se trata de iniciativas en redes, significa fraternidad, expresa solidaridad, es un mecanismo de integración y acción transformadora cuyos resultados se ven y se sienten en las distintas sociedades donde se han implementado estos modelos de producción y desarrollo. 

  

 Por eso, el Primer Mandatario de la Nación recorre todos los domingos, de manera sorpresiva, por las diferentes provincias, pueblos y parajes del país,  conociendo sus realidades y aportándoles los fondos que demandan esas demarcaciones organizadas en cooperativas y asociaciones campesinas, para incorporarlas al aparato productivo nacional y hacerlas dueñas de sus propios destinos. 

  

   

El presidente Medina tiene una visión propia del desarrollo social, económico y político del país. Abraza una  perspectiva sobre la necesaria transferencia social requerida por organismos internacionales. Es el transito desde la asistencia social deshumanizante hacia una política de promoción social, donde el hombre sea rescatado de la inercia y comience a transitar el camino de la inclusión social, del aporte cotidiano y  la autosostenibilidad económica. 

   

   

Danilo tiene una forma diferente de hacer las cosas. Posee un criterio específico aplicado al trabajo social acumulado. El sabe perfectamente que luego de varios años de intervención social y económica, toda sociedad tiene necesariamente que expresar resultados positivos favorables.   

  

El gobernante quiere la  construcción de una sociedad equilibrada y justa.  Se plantea cambiar al hombre mendigo por el hombre productivo. Por lo que promueve un funcionamiento de producción en red donde las distintas partes interactúen armoniosamente haciendo cada una su aporte  al sistema social y económico para garantizar el desarrollo de la nación. 

   

 Las altas valoraciones obtenidas por el gobernante, en la ultimas encuestas y sondeos de firmas privadas, nos dicen que al término de este cuatrienio tendremos una sociedad distinta y  con bases solidas para su transformación. Se trata de hacer lo que nunca se ha hecho y las pruebas van muy bien. ¡Sigamos manos a la obra, señor presidente!