La lluvia se fue y salió el sol. El agua empezó un franco proceso de retiro de las viviendas, y con esto se empezó la higienización de cientos de hogares. De la misma forma en la que lo han hecho en ocasiones anteriores, moradores de La Cucaracha, en Sabana Perdida, sacaron el lodo y echaron agua por cada rincón.
Isaac se fue, pero les recordó dónde y cómo viven. Y, en el peor de los casos, les dejó arruinados económicamente, producto de las pérdidas y robos. Manuel Antonio Jorge, propietario de un colmado, hoy lamenta el día en que, hace ocho meses, decidió cambiar de domicilio.
Dejó Los Guandules por Sabana Perdida, y hoy la ha pagado caro. El agua entró a su pequeño comercio y dañó parte de sus pertenencias. El resto fue saqueado ante la desolación del lugar en el fin de semana. “Cien mil y pico de pesos, ahora uno está sin nada”, dice. Él, y sus vecinos, son parte de la estadística del Centro de Operaciones de Emergencias (COE) que indica que 12,204 personas aún permanecen fuera de sus hogares por las lluvias dejadas por la tormenta tropical Isaac.
Sus viviendas se inscriben dentro de las 4,479 registradas como afectadas por el paso del fenómeno natural. Hasta ayer se registraban solo siete comunidades incomunicadas, un número que ha descendido considerablemente desde que los estragos de Isaac empezaron a sentirse.
Las inundaciones aún estaban presentes en los sectores La Barquita, Brisas del Este, Los 3 Brazos, El Tamarindo, Cansino Adentro, Rivera del Ozama de Santo Domingo Este, con unas 2,117 viviendas anegadas, debido al desbordamiento del río Ozama.
En cambio, en Santo Domingo Norte, 1,198 viviendas estaban afectadas por la crecida del río Ozama en las comunidades Los Coordinadores, La Victoria, El Manguito, Timbeque, Villa Blanca, Los Macos, Barquita Norte, Cañá la 28, San Felipe de Villa Mella, Rivera del Río, Las 10 Tareas, Los Guarícanos y Las Colinas La Piscina.
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