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Liderazgo vs Clientelismo - Gobernanzas

lunes, 5 de marzo de 2012

Más cara la sal que el chivo



Por Jesús Belén

La acción de remolque del licenciado Hatuey De Camps, llegando como jefe político y de campaña de la maltrecha candidatura de Hipólito Mejía, sin que se haya conversado con el presidente del Partido Revolucionario Dominicano (PRD), Miguel Vargas Maldonado, demuestra una vez más que una cosa es la candidatura de Hipólito y otra cosa es el partido de Miguel.

El propio Hatuey se atrevió a decir públicamente que tal decisión no se había consultado con Miguel Vargas y que se trataba de un acuerdo político con la candidatura, no con el partido. Momento que aprovechó para señalar que el país sabe que él es el autentico presidente del PRD. Por esto y otras cosas más, queda claro que la llegada de De Camps viene a profundizar aun más las contradicciones internas entre ambos sectores del perredeísmo histórico.

A vox pópuli se percibe que en la candidatura de Hipólito-PPH falta sazón y fuego para poder cocinar y brindar ese buen asado que ofrecen los voceros de Mejía a los comensales dominicanos. Un plan de Relaciones Públicas de esa marca (PPH) en desuso le pide al país que renueve la fe y la confianza en ellos porque ese negocio tiene “nueva administración”.

Durante mucho tiempo se ha difundido el rumor de la posibilidad o necesidad de cambiar el candidato vicepresidencial de ese proyecto, Luís Abinader, por el entendido de que con la aparición de la Primera Dama, Margarita Cedeño de Fernández, como candidata vicepresidencial de Danilo, la caída estrepitosa de Hipólito se acrecienta cada día más.

Los expertos y politólogos dicen que Hipólito Mejía, desesperado y sin salida posible al derrumbe de su candidatura, le habría cedido a Hatuey De Camps, en un acuerdo público, un plan programático de 27 puntos para que este pase a respaldar su candidatura, pero también se destila por todos lados que el acuerdo principal y que no se hace publico, pero si se entiende, es que Hipólito apoyaría a Hatuey De Camps, en el 2013, para que desplace a Miguel Vargas de la presidencia del PRD.

Vargas Maldonado, ni tonto ni perezoso arrancó una campaña institucional de promoción de su PRD, sin mencionar ni por asomo la figura del candidato Hipólito Mejía, es como diciendo: tú mandas en tu candidatura pero yo mando aquí, en el PRD. Solo basta ver las vallas colocadas por la parte institucional del sector de Miguel para saber por dónde andan las cosas en ese partido.

Esa decisión antihistórica de Hatuey De Camps, lo hace desdecirse así mismo y romper con todo aquel andamiaje de principios y gallardía que lo había distanciado de aquel hombre que el expresidente del PRD había definido tan funesto y perverso que era mejor votar por diablo que por él. Ahora dice Hatuey: “aquel hombre ha cambiado y ha pedido una nueva oportunidad al país”.

Cuando una persona se esta cayendo al precipicio, en su instinto de conservación y para intentar no morir, es capaz hasta de agarrase de un clavo ardiendo en llamas. Cuando la fuerza de la gravedad es tan grande, debido al peso que supone el volumen del cuerpo en caída libre, aquel clavo solo podrá desgarrarle las manos a quien cae, pero jamás detener su proceso de caída. Es sencillo, con la llegada de Hatuey a la candidatura de Hipólito, sale más cara la sal que el chivo.

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