La unidad y lucha de los contrarios

Por Jesús Belén

La "ley" de la unidad y lucha de los contrarios nos afirma que la existencia de un cuerpo o materia presupone la existencia del otro y en eso radica su unidad. Según los marxistas, los opuestos "luchan", término que es bien acuñado por la biología. La física enseña que de algún modo las cargas positivas y las negativas se atraen. Siendo la política una ciencia, queremos hacer algún símil de esta ley con lo que acontece actualmente en nuestra política vernácula.

En el Partido Revolucionario Dominicano (PRD) coexisten dos fuerzas que se disputan entre sí: la del ingeniero Miguel Vargas Maldonado, presidente de esa entidad política y la del expresidente Hipólito Mejía, candidato presidencial. Según los propios líderes de esos sectores en lucha, el Partido de la Liberación Dominicana (PLD) y el presidente Fernández han estado controlando tras bastidores los últimos procesos en que se han medido cuerpo a cuerpo, estos dos gladiadores del partido blanco.

Cuando el PRD celebró su proceso convencional para la selección de su candidato presidencial, el grupo que lidera el ingeniero Vargas Maldonado, acusó al de Hipólito Mejía de haber pactado con el PLD y el presidente Fernández para así asestarle una “puñalada trapera” y ganarle dicha contienda interna, tesis que supone que los del PLD habrían aportado más de doscientos mil votos a la causa de Mejía.

Ahora que estamos inmersos en el proceso para la celebración de las elecciones presidenciales del 20 de mayo, los seguidores de Mejía repiten a diario, en distintos escenarios, que Miguel y su gente han pactado con el PLD y Fernández para asegurar una eventual derrota de su candidato, para de esta forma, Miguel vargas afianzar su liderazgo en ese partido, provocando el descalabro y la desaparición, en termino literal, de Hipólito Mejía del escenario político.

Si las cosas son así, y no lo pongo en dudas, con Leonel Fernández y el PLD, estamos en presencia de un partido estructural y un liderazgo político que saben utilizar las leyes de la física, la política y la sociología de una manera acertada y acorde con sus planes y objetivos. Y de otro lado, un PRD-PPH que saben hacer totalmente lo contrario: destruirse así mismo por carecer del sentido más elemental de la palabra unidad.

Las estrategias políticas suponen un plan a largo plazo y con propósitos múltiples. Si Leonel Fernández y el PLD entienden que deben aprovechar las contradicciones entre los cabecillas de los grupos del PRD, tal actitud es digna de ser admirada y reconocida como una estrategia acertada, dado que los resultados así lo habrían estado demostrando a juzgar por la realidad que palpamos en la actualidad política dominicana.

Siempre que las alianzas tácticas de un partido se correspondan con los objetivos fundamentales de su estrategia y las mismas le presenten resultados positivos en cada batalla librada en su lucha incesante por el poder del estado, entonces podemos decir: su victoria estará asegurada, tanto por la fortaleza de sus fuerzas, como por las debilidades internas de sus oponentes.

El marketing político establece que saber aprovechar las debilidades, crisis y divisiones internas de los oponentes, incluso provocarlas y profundizarlas, son tácticas de guerra. Entender que el enemigo de tu enemigo puede ser tu amigo coyuntural y el saber usar la fuerza bruta de tu adversario para poder derribarlo; es saber usar el arte de la guerra para obtener grandes victorias en el accionar político. Las fuerzas están en batalla, pocos días faltan para definir quién será el gran ganador de esta guerra.