En la mitología Griega, Morfeo es el dios de los sueños. El símil viene a colación por el hecho de que la candidatura de Hipólito Mejía y el Proyecto Presidente Hipólito (PPH) llevan casi dos meses durmiendo en un estado de letargo profundo basado en los datos que le arrojaban las encuestas, cuando Danilo Medina aún no había salido a la arena competitiva. Para estos canchanchanes políticos nada ha variado desde entonces.
Los asesores del candidato del partido blanco, al igual que el dios Morfeo, se han encargado de inducirle a un sueño (engaño) prolongado para hacerle creer que él tiene hoy por hoy más aceptación en el electorado nacional que cuando ganó la presidencia de la república en el año 2000, cuando a penas alcanzó un 49% de los votos. Hoy dicen que tienen un 57%. Dulce sueño, amarga pesadilla.
Según los conmilitones que asesoran al ex presidente santiaguero, para nada ha valido la proclamación de la candidatura de Danilo Medina, sus recorridos por la capital, el Cibao central y costero, por la región sur (profundo y corto), la mejoría que experimenta la actual gestión gubernamental que encabeza el presidente Leonel Fernández. Si nada de esto ha valido para que Danilo suba ni un solo punto. Entonces vale decir: Sueña, Pilarín.
Todo este triunfalismo de somnolencia prolongada de los pepehachistas contrasta con su propia realidad. Dicen que están tan altos, tan altos que no necesitan el apoyo del presidente de su partido, Miguel Vargas Maldonado. Pero si estuviera de verdad tan alta la candidatura de Mejía, no hubiera tantos pataleos, como el anuncio de fraude electoral, la negación de la inclusión de la foto vice presidencial en la boleta electoral y hasta con denuncias temerarias como eso de que hay un supuesto plan para eliminar físicamente a su candidato presidencial.
Las mentiras, por más que se repitan, siempre serán mentiras. En el año 2000, se dio una real hipolitomanía que era producto de la aparición de un candidato que traía una impronta positiva fruto de su gestión al frente del Ministerio de Agricultura.
Con la muerte reciente de José Francisco Peña Gómez y con un Partido Revolucionario Dominicano totalmente unificado, cosa que no ocurre en estos momentos, pero dicen ellos, los del PPH, que hoy tienen mejor posicionamiento que en ese proceso electoral. Eso ni ellos mismos se lo creen.
Toda la población sabe perfectamente que en la actualidad, Danilo Medina anda solo en las calles y caminos trabajando y creciendo. Por el otro lado se ve una candidatura huérfana y desgastada, sin rumbo fijo y sin perspectiva alguna. Esta es la triste realidad de Hipólito y su PPH. Situación que no pueden esconder aunque manipulen algunas percepciones mediáticas.
Lo duro y doloroso de este estado de letargo profundo prolongado es que si el paciente no despierta a tiempo, es decir, antes del día 20 de mayo del 2012, entonces la sorpresa será mayor y el golpe más doloroso. No se engañen señores del PPH, Hipólito Mejía está experimentando un proceso caída libre tan estrepitoso que posiblemente tengan que retirarse a su casa de Jarabacoa a descansar por un buen rato.
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