Debido a los debates electorales, expresados en distintos escenarios y de mil y una formas, los electores tienen la oportunidad de seleccionar entre dos o varios discursos y propuestas para escoger a sus gobernantes tanto a la presidencia de la República como a los demás cargos públicos que son el resultado de unas elecciones democráticas y abiertas. Estos procesos dinámicos obligan a sus actores a exponerse, con deseos o no, en el escrutinio público.
En los últimos días hemos sido testigos de las expresiones directas, no sacadas de contextos, de los dos candidatos de las principales fuerzas políticas del país, nos referimos a Danilo Medina e Hipólito Mejía, de los partidos de la Liberación Dominicana (PLD) y Revolucionario Dominicano (PRD), respectivamente. Aquí podemos ver que estamos ante dos propuestas de gobierno con visiones totalmente diferentes, sin ningún punto de coincidencia entre sí.
Danilo Medina ha dicho a los comerciantes y empresarios que representan las Mipymes que impulsará en ese sector un proceso de “reconversión industrial” que le permita buscar una salida a las dificultades que experimentan, enfocándose a una restructuración industrial que les guíe por el camino del desarrollo con la aplicación de políticas económicas en donde puedan converger de forma armónica la oferta y la demanda.
A los industriales de la harina, mejor conocidos como “panaderos”, Danilo les ofreció servir de garante, como gobernante, para que el Estado les avale préstamos que les permita adquirir hornos “giratorios” o “rotativos” modernos, como sucede en países desarrollados, para ampliar su capacidad productiva, ahorrar tiempo, economizar combustible en la elaboración de sus productos y garantizar la competitividad del sector.
Los fabricantes de estos hornos “giratorios” o “rotativos” aseguran que con esta innovación industrial se consigue exactamente el mismo tipo de cocción del horno tradicional y aporta el beneficio de una cocción mediante fluidos térmicos, con un sistema de generación de calor y vapor que permite que un carro de paneles giratorios distribuya el mismo calor para todas las bandejas en el proceso de elaboración del pan o la pastelería en sentido general.
En un encuentro celebrado por el candidato perredeísta, Hipólito Mejía, con la Confederación Dominicana de la Pequeña y Mediana Empresa (CODOPYME), en el mismo local de la Cooperativa de Procesadores de Harina (COOPROHARINA), Mejía señaló que él es partidario de que “los panaderos” retornen a la época de los hornos de leñas y que para eso les garantiza sembrar millares de palos en los bosques del país.
Y como si lo anterior resultara poco, este candidato “atípico” y “espontáneo”, que pretende volver a dirigir los destinos de nuestra nación, externó que no les pagará las deudas que ese sector haya contraído con la actual administración del presidente Fernández y que “el que quiere cobrar que proteste y haga huelga ahora porque conmigo no van a cobrar”. “las deudas viejas no se pagan y las nuevas se dejan poner viejas”.
Para buen entendedor pocas palabras bastan. No es difícil adivinar cuáles son las serias advertencias que les acechan al pueblo y país dominicanos si la mala dicha les deparara de nuevo a un Hipólito Mejía como presidente. El perito agrónomo, egresado del Politécnico Loyola, de San Cristóbal, quiere que volvamos al paleolítico, donde uno de los descubrimientos más importante fue la cocción de los alimentos con leña y fuego en los montes.
Luego de ponderar las distintas y divergentes propuestas de gobierno de los candidatos Danilo Medina e Hipólito Mejía, debemos concluir diciendo que en la actualidad política nacional coexisten dos fuerzas: la de la revolución y reconversión industrial y económica; y la de la improvisación, el caos y el desorden en el ámbito político, económico y social.