Saludamos creación de la CELAC

Por Jesús Belén

Con la participación de 36 jefes de estados, y la ausencia de EE.UU. y Canadá, quedó constituida la Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños (CELAC), asumiendo la presidencia del recién creado organismo el primer mandatario de Chile, Sebastian Piñera, quien dijo estar convencido que “el siglo XXI va a ser el siglo de América Latina y el Caribe”.

Sebastian Piñera, Presidente de Chile y Presidente temporal del CELAC (Izquierda); María Ángela Holguín, Candiller de la República de Colombia; Leonel Fernández, Presidente de la República Dominicana y Fernando Lugo, Presidente de la República del Paraguay (Derecha).

La CELAC se define como una concertación de estados y gobernantes que tendrán como objetivo discutir y analizar los destinos de sus países miembros al mismo tiempo que la búsqueda de soluciones a sus más agobiantes problemas como lo son la crisis global, la especulación financiera, la excesiva volatilidad del precio de los alimentos y la situación de los derechos humanos sobre de las personas migrantes, entre otros.

El presidente Leonel Fernández, quien tuvo una destacada participación en la primera cumbre consultiva del organismo, consideró oportuna la creación de la Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños (CELAC) como mecanismo de concertación política del continente, especialmente en la búsqueda de fórmulas para enfrentar la crisis económica global.

Hugo Chávez, presidente de Venezuela y anfitrión del evento integracionista, en su discurso aclaró que este organismo va más allá de lograr un desarrollo económico con los países de la zona; busca también alcanzar mayor igualdad de oportunidades para los países latinos y caribeños y especialmente para sus generaciones.

Hugo Chávez, Presidente de la República Bolivariana de Venezuela y principal impulsor para la creación de la Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños (CELAC) (Izquierda); y varios miembros fundadores (Derecha).

Para el presidente de Uruguay, Pepe Mujica, el nacimiento de la Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños (CELAC) es como un paso para la “segunda independencia” de América. Durante su intervención en la cumbre que dio luz verde al nuevo foro integrador continental, manifestó que “si bien la integración no está al alcance de la mano o a la vuelta de la esquina” se trata de una “proeza desafiante de nuestros tiempos”.

La unidad e integración de los pueblos y países Latinoamericanos y Caribeños es una necesidad para promover el desarrollo de sus economías y evitar los niveles acelerados de la especulación financiera. Dicha unión ha de servir para buscar soluciones en el marco regional y hemisférico. En estos debemos estar de acuerdo todos y todas los latinoamericanos y caribeños.

Para los componentes de este magno bloque continental y regional, los colores y las banderas de sus países miembros no serán motivos de exclusiones ni distanciamientos, ni las filosofías ni las religiones serán tomadas en cuenta a la hora de tomar decisiones a favor de cualquier país miembro con dificultades políticas o económicas.

Todos los países grandes y poderosos han creado sus “Grupos” o “bloques” a través de los cuales defienden sus intereses económicos y políticos en contra de los países chicos y menos fuertes. La realidad que vive el mundo en esta llamada aldea global nos hace ser cada día más integracionistas para poder enfrentar de conjunto los distintos males que nos aquejan.

Los países miembros del G- 20 siempre adoptan fórmulas y medidas para salir de la situación de deterioro económico en que se encuentran las naciones más desarrolladas. Nos subordinan a sus mercados, nos imponen penalidades muy fuertes y riesgosas para nuestras economías y nos usan como plazas cautivas para la venta de sus productos.

Felicitamos a todos los países miembros de la CELAC, saludamos a sus mandatarios y hacemos un llamado para que mantengan unidas a sus naciones sin distingos ideológicos ni discriminaciones políticas. ¡Que vivan los pueblos del mundo!