Por Jesús Belén
El candidato presidencial del Partido Revolucionario Dominicano (PRD), Hipólito Mejía, se encuentra en una trampa política de la que no podrá salir bien parado ni mucho menos ileso. Se enfrenta, en el actual proceso, al candidato peledeísta Danilo Medina, a su candidata vicepresidencial, Margarita Cedeño de Fernández y al presidente Leonel Fernández, y para colmo de males no cuenta con el apoyo del presidente de su partido Miguel Vargas Maldonado.
El escenario en el que actúa Mejía; tiene las luces apagadas, el telón blanco está a medias, tiene tras bastidores a sus más feroces rivales, la sala está entristecida, los camerinos tienen pocos maquillístas, su foro tiene un fondo negro fúnebre, el proscenio está oscuro, las bambalinas cuelgan raídas y desde sus bocinas laterales sólo se escuchan gritos y lamentos.
La estrategia mediática del PPH-Hipólito Mejía tiene un único propósito: desacreditar la Junta Central Electoral y con ella a todos sus jueces miembros. Pareciera como si desde ya se sienten derrotados y, como quienes tienen las lágrimas hondas, comenzaron a llorar temprano. Ahora ya piden la renuncia de todos los directivos de esta JCE, ¿y hasta donde llegaran estos caballeros del caos?
Mientras los de Hipólito-PPH pierden su tiempo cacareando contra el organismo rector de las elecciones nacionales, en cambio, el Partido de la Liberación Dominicana (PLD) lanza a las calles del país tres frentes políticos electorales imbatibles para el próximo torneo del 20 de mayo. Las elecciones se ganan en las urnas y no en los medios cacareando: ¡fraude, fraude, fraude!
Con estos tres grandes frentes en las calles proponiendo un gobierno innovador e incluyente, con políticas sociales justas y equilibradas al servicio de los más desposeídos y comparando las dos gestiones de gobierno, de Hipólito Mejía y Leonel Fernández y por otro lado sin contar con el apoyo de Miguel Vargas Maldonado, “así no hay búcaro que eche cola”.
La derrota de Hipólito parece lenta, por el tiempo, pero es segura. Una candidatura vieja y fosilizada, con nada nuevo que aportar al debate electoral, mas que caos, desorden y rebeldías sin causas que las justifiquen. Hipólito perdió las elecciones, ya; solo falta que algún amigo cercano se lo haga saber, aún así, no queremos que se retire del proceso, lo vamos a vencer en las urnas el próximo 20 de mayo.
Danilo Medina es un candidato vencedor, ha recorrido todo el país llevando su propuesta de gobierno y la misma viene siendo aceptada por los ciudadanos votantes de todos los recónditos lugares de la República Dominicana. Ahora vale tomar un pequeño receso por motivos navideños, una paradita en el camino cae bien para descansar y retomar fuerzas. A partir del mes de enero, a la carga de nuevo por calles y caminos hasta la victoria del 20 de mayo.
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