Las cuatro patas de la mesa del aparato productivo

Para poder lograr el desarrollo real que requiere nuestra economía, es necesario que los diversos instrumentos con los que cuenta el país, conjunto de bienes, medios, instrumentos y fuerzas productivas se concentren con sinergia en una dirección definida, con una agenda clara y con planes objetivos, para esto es necesario el enfoque decidido del estado y sus instituciones.

El turismo, la industria, la agropecuaria y las Mipymes han sido definidas por políticos y economistas conocedores de la materia, y de manera particular por el aspirante presidencial, Lic. Danilo Medina, como los cuatro ejes fundamentales para el desarrollo de nuestra economía, es como decir que estas variables son las cuatro patas de la mesa del aparato productivo nacional. Aplicase aquí la máxima de “uno para todos y todos para uno”.

Es bien sabido que cuanta mayor dimensión, mayor eficacia y mayor eficiencia tenga el tejido productivo de un país, más capacidad tendrá para satisfacer las demandas de los consumidores, tanto en calidad como en cantidad de los productos. Razón por cual un buen gobernante se debe enfocan en fortalecer tales hilos de la red productiva.

Siempre que el estado en desarrollo se fortalece vía el crecimiento del sector turístico, esto trae consigo la ampliación y el empuje de muchos otros sectores que están estrechamente vinculados a la fuente original del crecimiento. Con el turismo, te traes el chinchorro de la pesca y vienen entre sus redes muchas especies suculentas para es disfrute de todos.

Cuando podemos aumentar la cantidad de turistas que visita el país, así mismo provocamos maximizar las capacidades productivas de nuestras industrias, estimulamos el desarrollo agropecuario con mas demanda de alimentos, de igual manera aumentamos la cantidad de micro, pequeñas y medianas empresas que giran en sus alrededores ofertando bienes y servicios.

Con este ensamblaje multisectorial los industriales se verán abocados a la necesaria reconversión de sus medios productivos, convocando la cooperación estatal para la financiación requerida, para que esta revolución desarrollista les permita producir a plenas capacidades, garantizando al consumidor final mejor calidad en sus productos. Logrando así la mezcla exacta, cantidad y calidad.

Los hombres del campo, los que están de manos con la tecnología y los que aun van de retro usando los viejos ásperos de labranzas, tendrán que acudir por igual al Banco Agrícola, a las asociaciones de prestamos y a las cooperativas de servicios múltiples en busca de sus respectivos financiamientos para así poder aumentar los niveles de producción que les han de requerir sus mercados de consumidores nacionales y los de la exportación local.

Por igual se han de desarrollar los micros negocios, los pequeños talleres y los medianos empresarios que se encuentren en el radio de acción de aquellos polos turísticos en plena capacidad operativa. La verdad axiomática es que con la puesta en función efectiva de estos ejes, definidos como las cuatro patas de la mesa del aparato productivo nacional, todos sus actores, directos e indirectos, irán de la mano con el progreso y con el desarrollo del país. A viva voz clamamos por ello.