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Liderazgo vs Clientelismo - Gobernanzas

lunes, 21 de marzo de 2011

La autodeterminación de los pueblos

Por Jesús Belén.


Primera entrega.

Los Estados Unidos y las Fuerzas aliadas iniciaron una ofensiva aérea contra Libia, operación a la que han denominado “odisea del amanecer”. Crónica de una intervención anunciada. Según el presidente Obama, el pentágono va allí para responder "a los llamamientos de la población Libia, a proteger los intereses de Estados Unidos y del mundo".

Cuan amables y generosos son los del tío Sam. Recordemos que nuestro vecino país Haití, luego de pasar por un penoso y devastador terremoto, hizo varios llamados a los Estados Unidos y sus fuerzas aliadas para que los protegieran y nunca se acudió a esta solicitud desesperada de un pueblo hecho trizas por un telúrico que tiró por el suelo las pocas esperanzas de vida que tenían.

Claro, el empobrecido Haití no tiene petróleo ni tiene riquezas que pudieran interesar a los gendarmes internacionales que sistemáticamente se abrogan el derecho de determinar qué hacer en el mundo y cómo distribuir sus riquezas, repartiéndose el botín internacional entre los todopoderosos: “el nuevo orden económico internacional”.

Sin interés de identificarme con las rancias dictaduras subyugantes de África, de Asia o del continente americano, creo que los pueblos tienen los gobiernos que se merecen. Cuando una población no comparte las gestiones o dictámenes de un régimen, es papel de sus nacionales desarrollar importantes luchas en el plano político-militar que los lleven a salir de esos dictadores trasnochados. Ese es el derecho a la autodeterminación.

Echaremos un vistazo cronológico a algunos acontecimientos mundiales que como referentes históricos nos ayudaran a comprobar que las potencias económicas internacionales solo acuden a los llamados cuando peligran sus intereses o cuando quieren ganar terrenos en el ámbito económico o de sus estrategias geopolíticas.

Teoría de los tres mundos:

El líder chino Mao Zedong desarrolló lo que él definió como la teoría de los tres mundos. Con esta concepción revolucionaria y estratégico-global, el camarada Mao definía un nuevo reordenamiento mundial. A su juicio, EE.UU. y la URSS eran el primer mundo; Europa occidental, Japón, Canadá y Australia, el segundo mundo y las naciones no alineadas con China Popular a la cabeza representaban el tercer mundo.

Según esta teoría, es particularmente notable por qué se agrupa a los Estados Unidos con la entonces Unión Soviética. Estas son catalogadas por Mao en el mismo escalón como las “naciones explotadoras”. De esa manera, la concepción maoísta los define claramente como “imperialismo norteamericano” y el “socialimperialismo” soviético.

En el 1922, cinco años después de la arrolladora revolución Rusa, encabezada por Vladimir Lenin, se había formado la Unión de Republicas Socialistas Soviética (URSS). A partir del nacimiento de esta federación de países con economías planificadas y controladas por los estados revolucionarios y socialistas, se da comienzo a un reordenamiento de la política y la economía mundial y se imponen los bloques controlados por la URSS y EEUU.

Al cabo del tiempo estas dos superpotencias se distribuyeron el mundo en partes equitativas, según sus necesidades y sus estrategias geopolíticas. Luego de este reordenamiento internacional se desarrollan una serie, partidos, movimientos y revoluciones socialistas que vinieron a fortalecer el bloque que lideraba la antigua Unión Soviética. Proceso que viene a caer vencido a finales del 1991 con las reformas llamadas Perestroika y la Glasnost de Mijail Gorbachov.

Durante varios años estuvimos inmersos en la llamada “guerra fría” entre EE.UU. y la URSS, mientras China se granjeaba sus adeptos aprovechando nichos de mercados en los países que no se definían en ningunos de los bloques imperiales de ese entonces. Rápidamente la corriente China trasciende sus fronteras y se hace sentir en todo el mundo como una tercera opción política y posteriormente se convertiría en una potencia económica mundial.

Los Cinco Principios de Coexistencia Pacifica.

En 1954, cuando apenas se fundaba la nueva China, esta nación irrumpió por primera vez en el escenario mundial y conquistó los mares a través de los atractivos “Cinco Principios de Coexistencia Pacífica” del entonces primer ministro chino Zhou Enlai, quien granjeó un alto prestigio al país. Indudablemente China Popular se abría al mundo y buscaba un sólido y competitivo posicionamiento internacional.

Estos “Cinco Principios de Coexistencia Pacifica” se convirtieron en una gran iniciativa en la historia de las relaciones internacionales y en una página espléndida en la historia de la diplomacia china. Esta nueva teoría jugó un papel muy importante en el trayecto de sus relaciones trasnacionales y aún hoy tiene valor práctico en algunos aspectos.

Durante un largo periodo de la reciente historia política mundial, los EE.UU., la URSS y China Popular jugaron un papel preponderante en las tomas de decisiones entre los pueblos y países del mundo. Llegándose a plantear así, por conveniencia entre ellos, la soberanía limitada de los pueblos. Con estos conceptos estratégicos y militares quedaban eliminadas las independencias absolutas de los países más pequeños y subdesarrollados.

África: el gran pastel internacional.

África ha sido siempre un pastel apetecible por todas las potencias mundiales. Ninguna nación, del anteriormente llamado primer mundo, quería quedarse sin su pedazo del pastel que significa la gran fuente Petrolera de esa parte del mundo.

Luego de la segunda guerra mundial los países europeos desarrollados, anteriormente llamados segundo mundo, siempre han sabido aliarse a las naciones más poderosas para que les corresponda una cuota de participación en la repartición del gran botín de guerra (cuota petrolera). Generalmente estas acciones las disfrazan de “luchas por la defensa de los pueblos oprimidos y por el bien de la humanidad”.

En 1955 la URSS y Libia inician sus relaciones bilaterales. En 1974 firman un acuerdo de intercambio comercial petrolero y protección militar y para 1977 refuerzan la capacidad armamentista del general Muammar Gadafi con armamentos modernos, bases militares, buques de guerra, lanzamisiles, aviones y pertrechos militares de distintos calibres.

Hoy día, las estadísticas de las Naciones Unidas reconocen que Libia es el país con la mayor esperanza de vida de todo el continente Africano. Libia, que está ubicado al norte de África y cuya capital es Trípoli, ocupa el primer lugar en el PIB de toda África y posee el Índice de Desarrollo Humano más elevado del África Continental.

La vieja practica de los países imperialistas siempre ha sido la de apoyar a los dictadores cuando les defienden sus intereses y son garantías de sus inversiones. Mas, una vez estos títeres entran en desgracia con el poder imperial y no les son útiles a sus planes generales y estratégicos del momento, los dejan solos, los secuestran o se los tiran a los tiburones locales o los ponen a gritar: adiós mundo cruel.

Continuará...

1 comentarios:

Unknown dijo...

TODOS ESOS LODOS IMPERIALES, TRAERAN CONSIGO LOS POLVOS DE LAS LIBERACIONES DE TODAS LAS NACIONES DEL MUNDO.
NO IMPORTA QUE EL VIENTO SOPLE NI QUE LA OLA GOLPEE...
M.Z.D.

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